La oración de Fe

miércoles, 28 de abril de 2010

¡Cuánto nos cuesta, en ciertas circunstancias, creer que Dios puede! ¡Cuánto batallamos con nuestros razonamientos o los de otros cuando de creer a Dios se trata! ¡Cuánto se tambalea nuestra fe cuando pedimos y esperamos y seguimos esperando y nuestra petición no es contestada! Hay infinidad de razones por lo cual eso sucede, pero, de algo estoy completamente seguro, y es que, "Nada hay imposible para Dios" y "Para el que cree, TODO es posible."
No dudes por razón de las experiencias de otros, ni permitas que el afán y la ansiedad te conduzcan al laberinto de la incredulidad. Recuerda: "Sin FE es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay,  y que es galardonador de los que le buscan." Hebreos 11:6
Orar es ... Hablar con Dios, y ... para hablar con Dios es necesario que creas que Él es y que está para galardonar a los que le buscan. En otras palabras ... Tienes que tener Fe en el Dios de amor. "Sin fe es imposible agradar a Dios ..." (Hebreos 11:6)
Nuestra Fe es probada cuando hablamos con Dios, porque, estamos dirigiéndonos a alguien a quien nuestros ojos físicos no ven. Locura ... para el incrédulo, pero, para el creyente, es una necesidad y un deleite. Tú no ves al viento con tus ojos, pero sabes que existe porque lo sientes, ¿verdad? Lo mismo es con Dios, no lo vemos, pero, porque creemos en Él, lo sentimos. "Fe es ... la convicción de lo que no se ve." (Hebreos 11:1)
Solo podemos establecer esa relación de amistad con Dios a través de Jesucristo, quien tomó nuestro lugar en la cruz para que pudiéramos tener paz con Dios.("Nadie viene al Padre ... sino por mí." Juan 14:6) Por eso, oramos al Padre en el nombre de Jesús. Y como no sabemos pedir como conviene, necesitamos la asistencia del Espíritu Santo, quien nos ayuda en nuestra debilidad intercediendo por nosotros conforme a la voluntad de Dios. (Romanos 6:26-27)
La oración del justo es el gozo de Dios, por lo que Él espera que le alabemos, lo adoremos, le demos gracias por las bendiciones que cada día derrama sobre nuestras vidas y ... también espera que le pidamos. Se agrada cuando le confiamos todos nuestros asuntos y creemos de todo corazón que Él puede suplir todas nuestras necesidades ... espirituales, físicas y materiales.
Cuando oramos afirmamos nuestra fe, confirmamos lo que somos en Cristo, reconocemos nuestra debilidad, dependencia y necesidad de Él y fortalecemos los lazos de amistad con nuestro amado Salvador. Los resultados de ese encuentro: una paz que sobrepasa todo entendimiento y una gratitud inmensa hacia nuestro Padre celestial por su gran e inefable amor.

¿Deseas hacer tu primera oración?

"Señor Jesús, yo te recibo hoy como mi único salvador personal; creo que eres Dios, que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día. Me arrepiento, soy pecador, perdóname Señor. Gracias doy al Padre por enviar al Hijo a morir en mi lugar, gracias Jesús por salvar mi alma hoy, en Cristo Jesús mi salvador, AMEN" 
 

La Alabanza a Dios

lunes, 26 de abril de 2010


La importancia de la Alabanza
La alabanza a Dios es algo que ofrecemos en reconocimiento de la excelencia de Dios. Podrías pensar que alabar es lo mismo que decir “gracias”, pero existe una diferencia. El agradecimiento describe nuestra actitud hacia lo que Dios ha hecho, mientras que la alabanza es ofrecida por quien es Dios. El Salmo 18:13 dice, “Invocaré a Jehová, quién es digno de ser alabado...”

¡A todos los creyentes se les manda a que alaben a Dios! De hecho, Isaías 43:21 explica que la alabanza es una de las razones por las cuales fuimos creados, “Este pueblo he creado para mí; mis alabanzas publicará.” Hebreos 12:15 confirma esto: “Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de Jesús, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesen su nombre.”

La alabanza se origina en un corazón lleno de amor hacia Dios. Deuteronomio 6:5 dice, “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.” ¿Eres cristiano? Si es así, sabes que amas a Dios porque ¡Él te amó primero! Sin el amor de Dios, cualquier alabanza que puedas ofrecerle es hueca. El amor, nacido de una relación con Dios a través de Jesucristo, es una parte esencial de tu alabanza.

Alabanza a Dios – Cómo Alabar a Dios
¿Cómo puedes alabar a Dios? ¿Qué debes hacer para que la alabanza sea una parte integral de tu vida? La alabanza puede ser expresada en una canción, en verso (poesía), o en oración ¡y debe ser continua! El Salmo 34:1 instruye, “Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en mi boca.” El Salmo 71:6 dice, “En ti he sido sustentado desde el vientre; de las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó; de ti será siempre mi alabanza.”

La alabanza hacia Dios es expresada externamente a través de nuestras acciones diarias, de igual modo internamente en nuestros pensamientos. La alabanza es un acto de adoración cristiana.

“¿Dónde comienzo?,” te preguntarás. “¿Cómo empiezo a alabar a Dios?” Si alabar a Dios es algo nuevo para ti, trata de alabarle por lo que Él es para ti personalmente. ¡Proclama que la bondad de Dios es sin medida; es abundante e inmensurable! A continuación, algunas maneras para comenzar:
  • Alaba a Dios por Su santidad, misericordia y justicia (2 Crónicas 20:21, Salmos 99:3-4)
  • Alaba a Dios por Su gracia ( Efesios 1:6)
  • Alaba a Dios por Su bondad (Salmos 135:3)
  • Alaba a Dios por Su cuidado (Salmos 117)
  • Alaba a Dios por Su salvación (Efesios 2:8-9)
¡La alabanza a Dios puede ser ofrecida en cualquier lugar! Con el tiempo, será tan normal como respirar. A veces alabamos a Dios interiormente como en el Salmo 9:2, “Me alegraré y me regocijaré en ti; cantaré a tu nombre, oh Altísimo.” En otras ocasiones tenemos la oportunidad de dar gloria y alabanza a nuestro Dios públicamente. El Salmo 22:22 dice, “Anunciaré tu nombre a mis hermanos, en medio de la congregación te alabaré.” ¡Busca oportunidades para llevar alabanza a Dios!

Alabanza a Dios -- ¿Quién Alaba a Dios?
¡La alabanza a Dios, que es ofrecida particularmente por Sus hijos como una expresión libre de sus corazones agradecidos, será algún día ofrecida por todos! La Biblia dice que cuando Él regrese, toda la humanidad le alabará y lo reconocerá como Señor. Él es Rey de toda la tierra. Cuando reconocemos a Jesucristo como nuestro Salvador y Señor, nuestros corazones anhelan alabar Su nombre. Filipenses 2:9-11 nos dice que Su nombre representa Su ser, describiendo quién es Él, “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.”

La Biblia también dice:

  • Toda la naturaleza alaba a Dios (Salmos 148:7-10)
  • El sol, la luna y las estrellas le alaban (Salmos 19:1 y 148:3)
  • Los ángeles le alaban (Salmos 148:2)
  • Aún la ira de los hombres es usada por Dios para Su alabanza (Salmos 76:10)
  • A los niños hay que enseñarles a alabar a Dios (Salmo 78:4)
Alabanza a Dios -- ¿Proclamas Su Alabanza?
Tu alabanza a Dios es evidenciada a través de tu salvación. 1 Pedro 2:9 dice, “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquél que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.”

¿Cómo le ofreces alabanza a Dios hoy? ¿Lo conoces como tu Salvador y Señor? Si no, ¿por qué no empezar ahí? Aprende más acerca de la salvación. Cuando otros te miran, ¿ven un reflejo de la alabanza a Dios? El Salmo 113:3 declara, “Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, sea alabado el nombre de Jehová.”

La educación de los hijos

domingo, 25 de abril de 2010


La educación de los niños ha cambiado drásticamente durante los últimos años. La forma en la que nuestras abuelas educaban es totalmente diferente a cómo se hace hoy en día. Esto es especialmente así si consideramos que incluso, hoy día hay leyes que protegen los derechos de nuestros niños que antes no existían.
Internet también ha cambiado mucho nuestros métodos, posibilitando por ejemplo, que sean los padres mismos quienes lo utilicen como herramienta de aprendizaje para saber más y poder así educar mejor a los hijos…
 Muchos de nosotros le tememos a los cambios que los tiempos traen consigo; preferimos quedarnos en el tiempo de nuestra infancia por entender que en aquella época la disciplina era mucho mejor que la de ahora. Sin embargo, parte de disciplinar a los niños es hablarles de temas que antes se consideraban tabúes pero que ahora resultan de vital importancia discutirlos en casa, ya que nuestra niñez y juventud son diferentes a la nuestra.
Es cierto que las leyes que ahora existen en cierta forma le han quitado cierto derecho a los padres, pero no por eso dejaremos de aplicar la disciplina cuando haya que hacerlo. La diferencia está en la forma como lo hacemos porque el asunto es disciplinar, no maltratar; de lo contrario, con tan sólo una llamada a la agencia pertinente, los niños serían retirados del hogar por alegado “maltrato”.

Aunque te digan "Nunca"...

sábado, 24 de abril de 2010

Nunca serás parte del ministerio de alabanza, nunca te veré tocando un instrumento en esta iglesia...

Esas fueron las palabras Beto, el director del grupo de alabanza, con un tono de superioridad y sarcasmo. Y ¿Quién recibía esas palabras? “José” un joven de 21 años, lleno de energía y entusiasmo característicos de la edad pero sobre todo de ese “primer amor” que te envuelve y te hace querer servir a Dios “en todo lo que se pueda”, aunque su pasión desde pequeño (por don de Dios estoy seguro) era la música, con un brillo en los ojos recuerda que su pasión por la música empezó con una “guitarra de feria” que le regalaron sus padres, las fotos con su guitarra a los 3 o 4 años dan fe de eso.

Pero aquellas palabras de Beto sonaron por horas y horas en su mente, “quizás el hermano tenga razón... no puedo, soy un fracaso, no sirvo para esto, nunca lo haré” y es que la verdad es fácil desmotivar a un joven que empieza a formarse en un área determinada, y mas si esas palabras venían de un “siervo de Dios”

Lo que “José” olvidaba es que su talento era un don de Dios pues nunca fue a una escuela de música simplemente aprendió a tocar la guitarra, el piano, el bajo y la batería solo de “ver y preguntar”. Esa noche orando le dijo a Dios que si El la había dado el regalo de la música El lo iba a respaldar por que el quería servirle, adorarle y tocar muchas vidas a través de la alabanza,  para “devolverle” a Dios el talento que había recibido.
Con muchas horas de ensayo y con mucho esmero “José” entró al ministerio de alabanza un mes después, al paso de los años ha compartido su talento en muchos lugares grandes y pequeños, ha compartido con cantantes cristianos famosos pero lo que mas le apasiona es darle la honra, la gloria y todo el honor a quien se lo merece a través de su don.

Porque cada vez que tiene la oportunidad... todo el mundo se reduce y no existe nada mas que Dios, el instrumento y “José”

Pd.: Nunca dejes que te digan que tu no puedes, la palabra dice en Filipenses 4:13 “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” Dios es quien reparte dones y talentos según su voluntad, esfuérzate por alcanzar lo que quieres has la parte que te corresponde a ti, Cristo hará la suya.


Violencia

viernes, 23 de abril de 2010

Tiempo atrás, por supuesto, en una sociedad un tanto diferente a la de hoy, la autoridad que significaba el maestro en el aula e incluso fuera de ella, hacía que los alumnos estuvieran convencidos del respeto que le debían, respeto que estaba fortalecido incluso en las mismas familias, ya que eran los padres quienes inculcaban el respeto, admiración y obediencia, cediéndoles incluso toda la autoridad al maestro para poder “reprimir”, con justa razón, a sus hijos cuando éstos se lo merecían. Llegando al grado que los hijos sentían que sus padres estaban mas del lado del maestro que del lado de ellos cuando en ocasiones el alumno se quejaba de la severidad del maestro, ya que la respuesta que recibían de sus padres era: “mmm algo hiciste...”

¿Qué es lo que ha cambiado? ¿Por qué hoy es tan diferente? ¿Por qué la figura del maestro no es tan reconocida ni por los alumnos ni por la sociedad?

Definitivamente son muchos los factores que contribuyen al deterioro de la imagen del maestro y como en años anteriores el respeto a los educadores empezaba en el seno familiar, en nuestros días la negativa hacia ellos también comienza en casa, como por ejemplo cuando el hijo se queja “que el profesor le aplazo la materia”, la respuesta del padre es: “es que le caes mal al viejo”. O el caso cuando por nuestros múltiples compromisos llegamos 15 minutos tarde a la escuela y no dejan entrar a nuestros hijos, viene el típico: “mira que vieja no nos pudo dejar entrar, como ella no hace nada y tiene tiempo de sobra...”. Hacemos mal, porque nuestro hijo se va formando la idea que el maestro es la persona que le deja muchas tareas y le quita tiempo para jugar o hacer otras cosas, que hay que demandarlo cuando corrige la mala conducta de nuestros hijos.

Otro factor y por el cual he escrito este comentario, es sin duda alguna, los límites exorbitantes de violencia que prevalecen en nuestro país, este flagelo que amenaza con crecer cada día y que tiene menguada la paz, la tranquilidad y el orden de todo un pueblo que clama a gritos: “¿hasta cuando?”.

Ayer vi el funeral de 3 maestros asesinados esta semana, ¡impresionante! La cantidad de personas que se unieron en repudio a la violencia y que le dieron el último adiós a estos 3 educadores, personas que hace 30 o 40 años por su profesión, eran respetados, queridos y admirados. Se especulan muchas causas de sus muertes, rencillas personales, pandillas y hasta vínculos políticos, sea cual fuere la causa nada justifica quitarle la vida a un ser humano.

La tienda del cielo

jueves, 22 de abril de 2010

Andaba yo por la carretera de la vida tiempo atrás y un día vi un letrero que decía:
"La tienda del cielo". Cuando me aproximé, la puerta se abrió... y cuando me di cuenta ya había entrado.

¡Vi grupos de ANGELES por todos lados!

Uno me dió una cesta y dijo: "Hijo mío, compra todo lo que quieras, en la tienda hay todo lo que un cristiano necesita... y lo que no puedas cargar hoy, puedes volver mañana y llevarlo sin problemas".

Lo primero que agarré fue PACIENCIA y luego AMOR, estaban en el mismo estante.
Mas adelante estaba la COMPRENSIÓN y también la compré; iba a necesitarla donde quiera que fuera.
Compré, además, dos cajas de SABIDURÍA y dos bolsas de FÉ. No pude dejar de lado al ESPÍRITU SANTO pues estaba en todo el lugar...
Me detuve un poco para comprar, FUERZA y CORAJE pues, me ayudarían mucho en esta carrera de la vida.
Cuando ya tenía casi llena la cesta, recordé que me hacía falta un poco de GRACIA, BENDICIÓN, y que no me debía olvidar de la SALVACIÓN.
Esta la ofrecían GRATIS!!! Entonces tomé una buena porción de cada una: suficiente para salvarme y para salvarte.
Caminé hacia el cajero para pagar la cuenta, ya tenía todo para hacer la voluntad del MAESTRO. Cuando iba llegando a la caja, vi la ORACIÓN y la agregué a mi canasta ya repleta. Sabía que cuando saliera la usaría.
La PAZ y la FELICIDAD estaban en unos estantes pequeños, aproveché para cargarlos; la ALEGRÍA colgaba del techo, agarré un paquete para mí.
Llegué al cajero y le pregunté: ¿Cuánto debo? Él sonrió y me contestó:
"Lleva tu cesta donde quiera que vayas".
Una vez más, sonreí y pregunté: "¿Cuánto realmente yo debo?"
El sonrió otra vez y dijo:

"Hijo mío, no te preocupes, Jesús pagó la cuenta hace mucho, mucho tiempo atrás en la cruz del Calvario".

Paz en medio de la tormenta

miércoles, 21 de abril de 2010

Había una vez un rey que ofreció un premio al artista que pudiera pintar la mejor representación de la paz. Muchos artistas trataron. El rey miró todos los cuadros. Pero solo dos le gustaron realmente y tenía que escoger entre ellos.

Uno era el de un lago apacible. El lago era un espejo perfecto de las apacibles montañas que se elevaban a todo su alrededor. Por encima estaba el cielo azul con blancas nubecitas. Todo el que veía este cuadro pensaba que era una representación perfecta de la paz. 
El otro cuadro también tenía montañas, pero estas eran peladas y escarpadas. Por encima había un furioso cielo, del cual caía la lluvia y donde se veían relámpagos. Por un costado de la montaña caía una cascada espumosa. Esto no tenía un aspecto apacible en absoluto. 

Pero cuando el Rey miró de cerca, vio tras la cascada un pequeño arbusto que crecía en una grieta de la roca. En el arbusto había construido su nido una pajarita. Allí, en medio del rugir del agua, estaba echada la madre pajarita en su nido; en perfecta paz. 

¿Cuál cuadro piensas que ganó el premio? 

El rey escogió el segundo. ¿Sabes por qué? El rey lo explicó así, porque paz no significa estar en un lugar donde no hay ruido, enfermedades, problemas o trabajo duro. Paz quiere decir estar en medio de todas esas cosas y permanecer calmado en el corazón. Este es el verdadero significado de la paz.

“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Isaías 41:10).

martes, 20 de abril de 2010


Cuando te sientas solo y cansado y creas que nadie te entiende, cuando creas que lo que más querías te ha abandonado, cuando el llanto llegue no sólo a tu ojos,  sino también a tu corazón y a tu alma, clama a El, Jesús es su nombre, Dios hecho hombre, por mí y por tí. El está ahí escuchándote, listo a consolarte y decirte lo mucho que nos ama.

Su último deseo

lunes, 19 de abril de 2010

¿Desea usted algo?» La pregunta era natural y un tanto trivial. Es la pregunta que la empleada doméstica le hace al ama de casa cuando ésta toca el timbre. Es la pregunta que nos hace todo dependiente de comercio cuando nos acercamos al mostrador. Es la pregunta que el soldado le hace al coronel cuando éste lo llama.
Pero en este caso la pregunta no era trivial. Se la hicieron a Mark Hopkinson, de cuarenta y dos años de edad. Y quienes la hacían eran los guardias de la prisión de Rawlins mientras llevaban a Hopkinson a la cámara de inyección letal. El hombre, cínico como siempre, respondió: «Sí, tráiganme una rubia y un helicóptero.»
Este hombre, ejecutado el día 21 de enero por tres homicidios, jugó cínicamente la vida. Desprovisto de reverencia alguna, haciendo alarde de ateísmo, sin respeto a nada ni a nadie fuera de su propio egoísmo, vivió en el delito desde los veinte años de edad. A los cuarenta mató a una pareja y al hijito de ambos, a fin de robarles. Después trató de eliminar a un testigo ocular, y el intento se vio frustrado. Así terminó sus días, en la mayor frialdad.
Hay personas que, al igual que Hopkinson, no saben lo que es pudor, ni dignidad, ni honorabilidad ni vergüenza. Quizá no lleguen al extremo de matar al prójimo, pero hacen, como quiera, gala de despreocupación moral, de cinismo indiferente, de callosidad de conciencia, de insensibilidad espiritual. Si se les pregunta: «¿Desea usted algo?», son capaces de dar la misma respuesta de Hopkinson, y con el mismo cinismo descarado: «Sí, una rubia y un helicóptero.»
Para personas así, la vida no es más que placeres sensuales, ganancias materiales, ateísmo artificial, y subir por la escala de la sociedad a costa del prójimo, sacrificando cualquier principio moral o cualquier sentimiento emocional.
El diccionario define cinismo como «impudencia, desvergüenza, procacidad.» Oscar Wilde, escritor y dramaturgo inglés, decía: «El cínico es aquel que conoce el precio de todo, pero no conoce el valor de nada.» El libro de Proverbios en la Biblia dice: «Al malvado lo atrapan sus malas obras; las cuerdas de su pecado lo aprisionan. Morirá por su falta de disciplina; perecerá por su gran insensatez» (Proverbios 5:22‑23). Esa es la vida del cínico.
Tengamos la humildad de reconocer nuestra necesidad. Responder con cinismo al que quiere ayudarnos es la mayor demostración de irresponsabilidad. Esta gran verdad se aplica, especialmente, a nuestra relación con Dios. Acerquémonos a Él en humilde contrición y digámosle: «Ten compasión de mí, que soy pecador» (Lucas 18:13).

¿Problemas?

viernes, 16 de abril de 2010


Las dificultades siempre estarán a la puerta. Muchos de los problemas lucen difíciles de resolver. Rebasan nuestras capacidades. No sabemos qué hacer. En circunstancias así muchos quisieran morirse. Otros simplemente dejan que las dificultades crezcan, sin hacer lo más mínimo por resolverlas. Por supuesto, encerrarnos en nosotros mismos o asumir una posición indiferente, como el avestruz que hunde su cabeza en la arena, no representa una salida apropiada. Por el contrario, agrava cualquier asunto.
Sin duda usted ha experimentado situaciones similares. Incluso pensó que no había salida al laberinto. Desconozco qué actitud asumió. Ahora, al asumir una búsqueda de respuestas a sus encrucijadas, nada mejor que hallar la vía más expedita. ¿En dónde? En la Biblia.
Un rey de la antigüedad y su pueblo se vieron enfrentados a los ataques de poderosos enemigos que los sobrepasaban en capacidad militar y todo apuntaba a que, no solo perderían cualquier batalla, sino que terminarían sometidos a los contrincantes. El relato puede hallarlo en el segundo libro de Crónicas, capítulo 20.
Es probable que atraviese por situaciones difíciles. No sabe qué hacer. Pues le invito para que aprenda de una lección valiosa de la Biblia como es la historia del rey Josafat, (2 Crónicas 20). Él se atrevió a desafiar la adversidad confiando en el Señor. Y pudo sobreponerse a circunstancias en las que normalmente, y por la superioridad militar de sus enemigos, estaba condenado a fracasar.
¡Usted puede vencer! Hoy es el día para que comience a creer en el Padre celestial, a confiar y Él y, desde ya, ver milagros y prodigios en su vida y en la de quienes le rodean…

Cicatrices del Alma

jueves, 15 de abril de 2010

En un día caluroso de verano, un niño decidió ir a nadar en la laguna detrás de su casa. Salió corriendo por la puerta trasera, se tiró en el agua y nadaba feliz.
Su mamá desde la casa lo miraba por la ventana, y vió con horror lo que sucedía. Enseguida corrió hacia su hijo gritándole lo más fuerte que podía.
Oyéndole el niño se alarmó y miró nadando hacia su mamá.
Pero fue demasiado tarde. Desde el muelle la mamá agarró al niño por sus brazos justo cuando el caimán le agarraba sus piernitas. La mujer jalaba determinada, con toda la fuerza de su corazón. El cocodrilo era más fuerte, pero la mamá era mucho más apasionada y su amor no la abandonaba.
Un señor que escuchó los gritos se apresuró hacia el lugar con una pistola y mató al cocodrilo. El niño sobrevivió y, aunque sus piernas sufrieron bastante, aún pudo llegar a caminar.
Cuando salió del trauma, un periodista le preguntó al niño si le quería enseñar las cicatrices de sus piernas. El niño levantó las sabanas y se las mostró. Pero entonces con gran orgullo se remango las mangas y dijo: "Pero las que usted tiene que ver son estas". Eran las marcas de las uñas de su mamá que habían presionado con fuerza. "Las tengo porque mamá no me soltó y me salvó la vida".

Moraleja: Nosotros también tenemos cicatrices de un pasado doloroso. Algunas causadas por nuestros pecados, pero algunas son la huella de Dios que nos ha sostenido con fuerza para que no caigamos en las garras del mal. Dios te bendiga siempre y recuerda que si te ha dolido alguna vez el alma, es porque Dios te ha agarrado demasiado fuerte para que no caigas.