"En el amor no hay temor sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor involucra castigo, y el que teme no es hecho perfecto en el amor"
I Juan 4:18
El temor es una emoción propia del ser humano. Es necesaria para su supervivencia porque le indica cuando el peligro esta cerca. Puede nacer de estímulos externos o internos que habitan en su mundo interior como los malos recuerdos, traumas, carencias etc.
Diferentes tipos de temores:
El temor al abandono y al rechazo, temor a la crítica y fracaso, temor al hombre, temor a lo desconocido y a la muerte, temor al futuro, temor a las enfermedades.
Todos estos temores son manifestaciones de desamparo e impotencia porque no podemos tener control sobre la situación. Que bueno cuando algunos de tus temores desaparecen cuando crece la confianza en la fidelidad y poder de Dios, sin embargo algunos temores no desaparecen a pesar de la fé, esto se debe a tus recuerdos y traumas del pasado que han creado inseguridades en tu personalidad.
El temor puede nacer de situaciones pasadas que están reprimidas o de situaciones presentes como la inseguridad, delincuencia o algún problema familiar, también de pensamientos destructivos acerca del futuro y que solo están en tu imaginación y te traen afán, ansiedad y te hacen perder seguridad en tu comportamiento ante los demás provocando complejos y muchas enfermedades sin causa física porque el temor altera tus reacciones físicas, tu metabolismo y tus períodos de sueño.
El temor hace a la persona incapaz para enfrentar la vida. Le pone grandes obstáculos para superarse una persona con temor no se enfrentará a riesgos para crecer ni cambiar porque lo desconocido le produce inseguridad.
Tener un temor específico constante puede desencadenar que se haga realidad porque la mente tratará de construir lo que se tiene presente en los pensamientos. Ejemplo de ello es temer a una enfermedad específica y que esta se desarrolle realmente. En el siguiente versículo vemos esta situación en la experiencia de Job:
"Porque el temor que me espantaba me ha venido, y me ha acontecido lo que yo temía"
Job 3:25.
Las reacciones ante el temor pueden ser: tratar de huir, evadirlo o paralizarte. En el siguiente versículo vemos como el salmista trata de huir ante el temor que lo invade internamente sin embargo debes saber que la solución no es huir sino enfrentarlo esto solo es posible con Dios porque El habita dentro de tu mente y corazón donde se anida el temor. En el siguiente versículo vemos cómo el salmista se siente agobiado por el temor y la única respuesta que encuentra es huir lejos de la situación. Si la situación es externa esto puede ser una solución, pero si la situación está dentro de tu mente, no importa cuan lejos huyas siempre te acompañará, por eso deberás enfrentarlo.
"Angustiado está mi corazón dentro de mí y sobre mí han caído los terrores de la muerte. Terror y temblor me invaden, y horror me ha cubierto. Y dije: Quién me diera alas como la paloma, volaría y hallaría el reposo", Salmo 55:4-6.
Para vencer el temor debes aferrarte a las promesas de Dios específicas para cada caso y confiar en su poder y fidelidad.
¡Cuantas promesas de Dios para que puedas vencer el temor!
Hay momentos de lucha espiritual donde se establece una verdadera batalla en la que tu voluntad, la calidad de tu corazón y la perseverancia en la fe y en la palabra de Dios, son indispensables para liberarte de las cadenas del temor.
El temor puede ser usado por el enemigo cuando trates de dejar una atadura, un mal hábito o pecado poniendo dudas en tu corazón por eso es muy importante estar decidido a creerle a Dios y a sus promesas bíblicas y no a tus pensamientos negativos que afectan tus emociones y sentimientos. Recuerda que Dios tiene una respuesta para vencer cualquier clase de temor por eso debes escudriñar siempre la Biblia. El Espíritu Santo te dará el pasaje bíblico o versículo que necesitas y que debes interiorizar en tu corazón.
Sentir temor en situaciones peligrosas reales es normal, pero estar atado al temor te impide libertad interior.
Cuando estés en esa situación debes recordar lo siguiente:
"El Señor es tu guardador, El Señor es tu sombra a tu mano derecha",
Salmo. 121:5.
Por eso es muy importante confiar plenamente en Dios. Debes recordar, para vencer, que no estás solo pues cuentas con la presencia de Dios cuando duermes y cuando estás despierto: ¡Siempre! Si temes debes permitir que Dios trabaje en tu corazón y te perfeccione en su amor. Para eso es necesario que confíes Él tiene el control de todas las cosas en tu mundo interior y el mundo que te rodea para ser libre del temor debes enfrentarlo y declararle la Palabra de Dios específica que tiene poder para vencer también debes buscar apoyo en la oración y en el compañerismo con hermanos espirituales con una sana doctrina.
Tienes la palabra de poder que vence el temor y te transforma. porque tienes el poder, respaldo, protección de Dios y puedes confiar en El esto es lo que te dice el Señor y debes asumir su palabra para actuar y en temores específicos y momentos de crisis.
Para enfrentar el temor:
"Sal del polvo, levántate, cautiva Jerusalén: "Líbrate, de las cadenas de tu cuello, cautiva hija de Sión", Isaías 52:2.
Para vencer el temor al hombre:
"Yo, yo soy vuestro consolador. Quién eres tú que temes al hombre mortal, y al hijo del hombre que como hierva es tratado; has olvidado al Señor, tu hacedor, que extendió los cielos y puso los cimientos de la tierra, para que estés temblando sin cesar todo el día ante la furia del opresor mientras este se prepara para destruir? Pero, dónde está la furia del opresor?", Isaías 51:12-13
Para vencer el temor a lo desconocido:
"Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente, no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo dondequiera que vayas", Josué 1:9.
Para vencer el temor al fracaso:
"Yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas. Yo te ayudo", Isaías 41:13.
Para vencer el temor a la crítica:
"No temas, sigue hablando y no calles; porque yo estoy contigo y nadie te atacará para hacerte daño porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad", Hechos 18: 9-10.
Para vencer el temor a la enfermedad y la muerte:
"Aunque pase por el valle de sombra y de muerte, no temeré mal alguno, porque tu estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento", Salmo. 23:4.
Otros versículos que hay que recordar:
"Jehová es mi luz y mi salvación, de quien temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida, de quien he de atemorizarme?", Salmo 27:1.
"Abba Padre porqué no me has dado espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor sino de adopción por lo que clamo Abba Padre", Romanos 8:15.
"No me has dado espíritu de cobardía, sino de poder, amor y dominio propio", 2a Timoteo 1:7.
"Me gozaré y me alegraré en tu misericordia, porque tu has visto mi aflicción, has conocido mi alma en las angustias y no me entregaste en mano del enemigo, hiciste que mis pies se posasen en lugar espacioso", Salmo 31: 7-8.
"He aquí Dios es salvación mía, me aseguraré y no temeré, porque mi fortaleza y mi canción es Jehová, quien ha sido mi salvación para mí", Isaías 12:2.
"Dios fortaleza mía, roca, valuarte, libertador, refugio, escudo, cuerno de mi salvación, altura inexpugnable", Salmo 18:1-2.
"Él está en medio de mí y es guerrero victorioso", Sofonías 3:17.
" Porque ha oído la voz de mis suplicas, el Señor es mi fuerza y mi escudo. En el confía mi corazón, y soy socorrido, por tanto, mi corazón se regocija y le daré gracias con mi cántico", Salmo 28:6-7.