Cuando se estudia el llamado de los profetas del Antiguo Testamento y el de los apóstoles del Nuevo Testamento, nos damos cuenta claramente que ninguno de ellos solicitó su trabajo. Dios los llamó a todos ellos, aunque sus llamados fueron de diversas maneras y para diferentes propósitos hay un fin común que es el de anunciar el evangelio y mostrar el profundo amor de Dios a la humanidad. Obviamente existen muchas formas de llevar a cabo ese cometido y todo depende de las aptitudes, capacidades y talentos que cada uno de los que somos llamados tengamos.
Dios tiene un plan para cada una de nuestras vidas. Para cada cristiano en particular, que ha nacido de nuevo a través de la fe en nuestro Señor Jesucristo, un plan tan exclusivo que fue diseñado especialmente para ti, para que tu lo llevaras a cabo y no existe manera de evadir esa “responsabilidad” puedes poner mil y una excusas para no hacerlo pero lo único que Dios esta haciendo es darle pita a tu cometa y ten por seguro que tarde o temprano Dios tirará de esa pita y tu harás la tarea que se te fue encomendada.
San Pablo describe así la maravillosa experiencia personal del llamado: “Quien nos salvó y llamó con llamamiento santo…según el propósito suyo y la gracia…” 2ª. Tim. 1:9. Y también nos expresa que Dios nos ha llamado desde antes de al fundación del mundo. “Según nos escogió en él antes de al fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad”. Ef. 1:4,5.
Así cada cristiano recibe un llamado particular. Cada uno de nosotros somos personas valiosas para Dios, tan valiosas que dio a su único hijo para que muriese en nuestro lugar y desde esa perspectiva Dios tiene un llamado único y especial para tu vida. Si queremos conocer verdaderamente nuestro llamado Dios trata con nosotros en todas las áreas necesarias. Espíritu, alma y cuerpo, y nos reparte dones y talentos muchas veces que ni hemos descubierto, ¿tienes facilidad de palabra? Dios puede usarte para hablarle a otros del amor de Cristo, ¿tocas un instrumento musical? Pues Dios te usará en el área de alabanza, ¿tienes compasión por los niños de la calle? Tu ministerio es de servicio social, así existen numerosas capacidades que Dios mismo te las ha dado para que las uses para su obra.
Recuerda esto: hay una misión, con un propósito específico, que solamente está diseñada para que tu la hagas. Antes que el planeta tierra existiera Dios ya había diseñado tu personalidad para el cumplimiento de ese propósito (Sal. 138:8)… La pregunta es: ¿Estoy dispuesto a que Dios me revele ese gran propósito para mi vida?
¿Has dejado a un lado tu llamado? Hoy es el día para que retomes ese ministerio para el cual fuiste llamado, Dios está esperando por ti.