Retoma tu llamado

miércoles, 30 de junio de 2010

Cuando se estudia el llamado de los profetas del Antiguo Testamento y el de los apóstoles del Nuevo Testamento, nos damos cuenta claramente que ninguno de ellos solicitó su trabajo. Dios los llamó a todos ellos, aunque sus llamados fueron de diversas maneras y para diferentes propósitos hay un fin común que es el de anunciar el evangelio y mostrar el profundo amor de Dios a la humanidad. Obviamente existen muchas formas de llevar a cabo ese cometido y todo depende de las aptitudes, capacidades y talentos que cada uno de los que somos llamados tengamos.
Dios tiene un plan para cada una de nuestras vidas. Para cada cristiano en particular, que ha nacido de nuevo a través de la fe en nuestro Señor Jesucristo, un plan tan exclusivo que fue diseñado especialmente para ti, para que tu lo llevaras a cabo y no existe manera de evadir esa “responsabilidad” puedes poner mil y una excusas para no hacerlo pero lo único que Dios esta haciendo es darle pita a tu cometa y ten por seguro que tarde o temprano Dios tirará de esa pita y tu harás la tarea que se te fue encomendada.
San Pablo describe así la maravillosa experiencia personal del llamado: “Quien nos salvó y llamó con llamamiento santo…según el propósito suyo y la gracia…” 2ª. Tim. 1:9. Y también nos expresa que Dios nos ha llamado desde antes de al fundación del mundo. “Según nos escogió en él antes de al fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad”. Ef. 1:4,5.
Así cada cristiano recibe un llamado particular. Cada uno de nosotros somos personas valiosas para Dios, tan valiosas que dio a su único hijo para que muriese en nuestro lugar y desde esa perspectiva Dios tiene un llamado único y especial para tu vida. Si queremos conocer verdaderamente nuestro llamado Dios trata con nosotros en todas las áreas necesarias. Espíritu, alma y cuerpo, y nos reparte dones y talentos muchas veces que ni hemos descubierto, ¿tienes facilidad de palabra? Dios puede usarte para hablarle a otros del amor de Cristo, ¿tocas un instrumento musical? Pues Dios te usará en el área de alabanza, ¿tienes compasión por los niños de la calle? Tu ministerio es de servicio social, así existen numerosas capacidades que Dios mismo te las ha dado para que las uses para su obra.
Recuerda esto: hay una misión, con un propósito específico, que solamente está diseñada para que tu la hagas. Antes que el planeta tierra existiera Dios ya había diseñado tu personalidad para el cumplimiento de ese propósito (Sal. 138:8)… La pregunta es: ¿Estoy dispuesto a que Dios me revele ese gran propósito para mi vida?
¿Has dejado a un lado tu llamado? Hoy es el día para que retomes ese ministerio para el cual fuiste llamado, Dios está esperando por ti.

Padre, un privilegio y una responsabilidad

jueves, 17 de junio de 2010



En estos tiempos tan controvertidos es difícil de encontrar modelos a seguir en cuanto a la paternidad. A lo largo de historia, el papel del padre en la familia como cabeza no ha sido desempeñado del todo bien por la gran mayoría. Es por esa razón que su importancia dentro del núcleo familiar es sencillamente encasillado en la mayoría de los casos en proveedor de los bienes. Si bien es cierto que no existe una escuela para aprender a ser padre de familia, si existe la instrucción del mayor y mejor ejemplo que es Dios y su Palabra, que a través de hombres comunes como nosotros, sin ninguna característica fuera de lo normal, más que la disponibilidad a hacer la voluntad de Dios; nos muestran hoy por hoy que ser un padre ejemplar es posible. Se requiere de ajustes, principalmente obediencia al plan de Dios; un buen ejemplo de un buen padre fue Noé, que en tiempos de crisis moral pudo sacar adelante a su familia y su decisión les llevo a ser la única familia sobreviviente de la destrucción que Dios trajo

En este mundo de prisas, de apuros por ganar el dinero para vivir, los padres se olvidan de lo más valioso que les pueden otorgar a sus hijos: Tiempo que pueden convivir con ellos. Tiempo para corregir, para educar, para adquirir hábitos, así como el tiempo que el niño requiere pasar con sus padres.
Alguna vez usted, papá se ha preguntado: ¿Qué le gustaría a mi hijo hacer hoy conmigo?


¿Recuerda usted qué hacía con sus padres cuando era niño? ¿Qué era lo que más le gustaba compartir con ellos? ¿Cuántas veces deseó tan sólo que lo abrazaran o lo besaran?


¿Ha pensado usted, de las 24 horas del día, cuánto tiempo dedica realmente a sus hijos? Piense que brindarle un abrazo cariñoso a un niño, tan solo le restará cuatro o cinco segundos, de esos 86 mil 400 segundos que tiene un día, ¿Es mucho pedir?, ¿verdad que no?


El niño cuando es pequeño necesita sentirse amado y cerca de sus seres queridos, simplemente por ser un niño. Que no sólo lo quieran por sus logros, porque se porte bien y obtenga buenas calificaciones, sino tan solo por ser parte esencial e importante de la familia.


Recuerden que para ser un adulto sano y feliz, se debe haber sido un niño feliz, para poder amar y respetar a los demás, es importante haber sido amado y respetado de niño, para saber entregar nuestro tiempo a los demás, es necesario que de niño nuestros padres nos hayan entregado un poco de su tiempo... Pero no sólo como lo entendemos los adultos, sino como lo entiende el niño. A lo mejor para su hijo es importante que usted esté con él viendo en el televisor la serie de caricaturas que más le gusta (por experiencia le digo que muchas veces no es nada divertido hacerlo) pero si ese momento va a unirlo mas a su hijo, pues créame que vale la pena; y si para su niña jugar a las muñecas con usted es lo que la va a hacer feliz, pues padre: ¡a jugar se ha dicho!. Es increíble el efecto que tiene en los niños ver jugar a papá a su “mismo nivel”; tirese al piso, juegue a la “casita” con las sabanas, sea el “caballito”, juegue a las escondidas, por muy sencillo que para usted parezca para su hijo ese momento será grande, se lo aseguro.


En esta sociedad, con crisis de valores, es necesario rescatar lo más valioso que tenemos, como padres es nuestra responsabilidad la de crear un mundo mejor y de esperanza para los hijos, en el que ellos se sientan libres y creativos, para desarrollarse como personas.


¿Qué podemos hacer para que nuestros hijos tengan deseos de prosperar y de salir adelante en la vida?

Transmitirles un espíritu de lucha, de trabajo constante, de confianza en sí mismos y esto solamente se adquiere cuando el niño se siente a gusto por ser niño, se siente querido y respetado por sus padres.


Yo los invito a ustedes padres de familia, que les pregunten a sus hijos ¿Qué es lo que quieren hacer?, ¿cómo quieren pasar el tiempo y créanme no es con más dinero, no es con más juguetes, no es con más golosinas sino simple y sencillamente con una parte de su tiempo.


A veces como padres de familia, estamos preocupados por la educación de los hijos, y ¿saben cuál es la mejor forma de aprender para un niño?, el ver y participar de las actividades de sus padres, imitar hábitos, si bien es importante que ambos padres se incorporen a las actividades de sus hijos, para el niño es todavía más importante el participar de las actividades cotidianas de sus padres y del hogar, pues para él es el mundo de sus padres y del cuál quiere formar parte.


He visto a niños felices y otros que no lo son tanto, porque sus padres no se han preocupado por que el niño o niña esté feliz, sino que sólo se han preocupado por su vestido, su alimento, su colegiatura y se han olvidado que todos los niños siempre son más sencillos que los adultos, que la percepción del niño es más simple que la del adulto, que el niño no es tan complicado y que para él cuenta más un poco del tiempo de sus padres que todo el oro del mundo, por ello les repito, denle a sus hijos ese espacio que sólo ellos saben aquilatar en toda su magnitud, como es el pasar un rato agradable con su niño.



¡Feliz día del padre!

Y recuerde siempre:

¡Que la guía espiritual, el temor a Dios y la calidad de tiempo que dedique a sus hijos, será el tesoro más valioso que ustedes le puedan otorgar!




Alabalo siempre

viernes, 11 de junio de 2010


En el Nuevo Testamento tenemos el ejemplo de Pablo y Silas cuando son arrojados a la cárcel.  

“Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad. El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo. Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron.”
Hechos 16:23-26
La mayoría de nosotros en una situación similar nos hubiésemos quejado y deprimido. Me imagino que nos hubiésemos hecho las típicas preguntas: ¿Qué pecado he cometido para acabar en este calabozo? ¿Por qué estoy sufriendo si Dios está conmigo?.
Pablo y Silas no se sentían bien, habían sido azotados y posiblemente, sus espaldas estaban ensangrentadas, sin embargo, todo esto no les impidió que sacrificaran a Dios alabanza. De igual forma, nosotros debemos alabar y adorar a Dios a pesar de las circunstancias adversas.
Debemos recordar que la alabanza no está basada en lo que sentimos ni en las circunstancias que nos rodean, la alabanza está basada en Dios, por eso Pablo y Silas pudieron cantar himnos. Cuando Pablo y Silas se pusieron a cantar no lo hicieron en voz baja porque no cantaban para ellos mismos, estaban cantando para Dios y no les importaba lo que pudieran decir los otros presos, oraron y cantaron en voz alta porque la Biblia dice que “los presos los oían” (Hch. 16:25).
El poder de Dios se manifestó sacudiendo cimientos, abriendo puertas y soltando las cadenas de los presos. Dios pudo obrar de esta manera porque Pablo y Silas oraron y alabaron a Dios, Dios se manifiesta en este tipo de ambiente, Dios nos muestra su gloria cuando le alabamos a pesar de las situaciones que estemos atravesando.
Cuando llevaban el arca de Dios a Jerusalén, el rey David saltaba y danzaba con toda su fuerza delante de Jehová (II S. 6:14 y 16), a David no le importaba lo que pudiesen decir de él, normalmente los hombres no bailaban por las calles y mucho menos el rey, pero David tenía puesta su mirada en Dios, lo hacía porque amaba la presencia de Dios y aunque fue menospreciado por Mical, su mujer, fue honrado por Dios, por eso pudo decir:
“Danzaré delante de Jehová. Y aun me haré más vil que esta vez, y seré bajo a tus ojos; pero seré honrado delante de las criadas de quienes has hablado.”
II Samuel 6:21b-22

El cristiano y el león

martes, 8 de junio de 2010


Seamos sinceros con nosotros mismos ¿cuánto tiempo pasamos al día pidiendo cosas a Dios? . . . ¿cuánto tiempo pasamos dándole gracias, alabándole y adorándole?.


Nos levantamos por la mañana y lo primero que solemos hacer es orar (si es que lo hacemos): “Señor, guárdame en este día, bendice a mi familia, suple nuestras necesidades . . .”. Cuando estamos en el trabajo también le pedimos a Dios que nos ayude, después llegamos a casa y pedimos a Dios que El bendiga nuestros alimentos y cuando acaba el día y nos vamos a la cama, pedimos que Dios nos dé buenos sueños y nos proteja. Con estos ejemplos, podemos comprobar que hemos pasado el día pidiendo, pidiendo y pidiendo a Dios. No tengo nada en contra de la oración de petición, Dios quiere que le pidamos, pero no debemos olvidar que El también quiere que le alabemos y adoremos siempre.


“Ellos, después de haberle adorado, volvieron a Jerusalén con gran gozo; y estaban siempre en el templo, alabando y bendiciendo a Dios. Amén.”
Lucas 24:52-53


Este pasaje no dice que los discípulos estaban siempre en el templo pidiendo, dice que estaban siempre alabando y bendiciendo a Dios. No debemos esperar al domingo para alabar y adorar a Dios, ahora es el tiempo para adorarle, ahora es el tiempo para bendecirle.


“Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad.”
Juan 4:23


Alabemos y adoremos a Dios en todo momento y podremos experimentar la plenitud de gozo que hay en su presencia (Sal. 16:11 / Lc. 24:52).


Alabemos y adoremos a Dios siempre y el Señor añadirá cada día a la iglesia los que han de ser salvos (Sal. 40:3 / Hch. 2:47).

Para terminar este apartado me gustaría contar una historia muy graciosa, pero muy significativa: Un cristiano iba por la selva y de repente se encontró con un león hambriento, el cristiano nada más ver al león salió corriendo, el león cuando lo vio empezó a perseguirle hasta que el cristiano se quedó sin fuerzas y arrodillándose oró diciendo: “Señor, te pido que toques a este león, que no me coma.” El león de repente se arrodilló delante del cristiano y dijo: “Señor, te alabo y te doy gracias por estos alimentos que voy a tomar.” El cristiano estaba un poco enfadado y cuando llegó al cielo le dijo a Dios: “Señor, yo fui un buen cristiano y cuando oré no me contestaste.” El Señor, mirándole con amor, le dijo: “Hijo mío, cuando tú te acercaste a mí, te acercaste con petición, pero cuando el león se acercó a mí, se acercó con alabanza y acción de gracias.”

Aprendamos del león de la historia, vayamos a Dios con alabanza y acción de gracias.

El libro de los salmos nos muestra muy claramente lo que acabamos de ver, debemos acercarnos a Dios con acción de gracias, alabanza y adoración.


“Lleguemos ante su presencia con alabanza; aclamémosle con cánticos . . . Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor.”
Salmo 95:2 y 6
“Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; alabadle, bendecid su nombre.”
Salmo 100:4

OBEDIENCIA

lunes, 7 de junio de 2010


OBEDIENCIA
 
 El viaje apenas había comenzado cuando el pueblo de Israel enfrentó su primera prueba. Con el Mar Rojo por delante y los egipcios por detrás, el temor fácilmente podría haberlos hecho rendirse. El enemigo de Dios sabe que es en el principio de la peregrinación de la fe que uno es más susceptible (Marcos 4:4-7). No obstante, Dios no dejaría que su pueblo fuera esclavizado otra vez. Por medio de la fidelidad y la obediencia del siervo del Señor, el pueblo derrotaría sobrenaturalmente a sus adversarios.

Obediencia a la Palabra de Dios es de suma importancia para que ocurra una victoria espiritual. Imagine el desastre que pudiera haber ocurrido si Moisés hubiera considerado el mandato de Dios de extender su vara como una orden necia e innecesaria. Qué tragedia para Israel si no hubiera caminado obedientemente por el camino divinamente creado por Dios.
Este pasaje demuestra un principio importante en el reino de Dios: que los elementos humanos y divinos son necesarios para terminar la tarea con éxito. Como representante de Dios, Moisés fue fiel en hacer lo que se le mandó. Israel tuvo que disponerse a marchar hacia donde el mar había estado el día anterior. Pero cuando Dios hizo el milagro y su pueblo respondió en fe, la victoria fue de ellos.

Cuando Moisés obedeció. Dios respondió tal como había prometido. Noten que el versículo 21 menciona que aunque Moisés extendió su vara, fue Dios el que partió las aguas. Noten también el mismo énfasis en los versículos 24 y 27 donde el Señor recibe la gloria por haber traído la derrota de los enemigos de su pueblo.
El éxodo y las poderosas obras de Dios produjeron un pueblo cuya identidad fue transformada radicalmente. Israel respondió en la forma más apropiada: expresó alabanzas y adoración al Dios que es grande en misericordia y poderío. (Éxodo 15:1-19)

En el éxodo Israel vio a Dios revelado de una manera nueva. Ellos vieron su supremacía sobre todos los dioses falsos, y también que se interesaba por el bienestar de todo su pueblo. El Dios revelado en Éxodo era un Dios cuyo poder y soberanía cubrían los cielos y quien se interesó personalmente en la gente común. Esto es cierto hoy también. El Dios todopoderoso escogió librar del pecado a todo aquel que viniera a El por fe en su hijo. Y no hay otro ejemplo más claro del cuidado que Dios tiene por la gente común que su propia identificación con la humanidad en la encamación.

Cada uno de nosotros debe reconocer que necesita su propio éxodo. Hemos nacido dentro del cautiverio y la opresión del pecado y el egoísmo (Romanos 3:23). Para los que han alcanzado la libertad en Cristo, la vida cristiana sigue siendo una demostración continua de la liberación de Dios en nuestra vida hemos sido librados de la ira, el orgullo, la deshonestidad, y otras muchas tentaciones.
Sin embargo, la clave es obedecer. La única forma en que tendremos nuestro propio éxodo es obedecer fielmente el plan de Dios. Los israelitas tuvieron que poner la sangre de un cordero o cabrito de un año en los postes y en el dintel de la puerta como señal de obediencia; una vida tuvo que ser sacrificada simbólicamente para que muchos fueran salvos. Esos sacrificios señalaron hacia el sacrificio eficaz de Cristo en la cruz. Así como Israel, nosotros debemos seguir el plan de Dios para ser salvos de la esclavitud del pecado.
No olvidemos que "estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida" (Mateo 7:14). Habrá muchas ocasiones en nuestra jornada en que enfrentaremos tiempos críticos de prueba, tiempos cuando parece que habría sido mejor quedamos en el "Egipto" de nuestra antigua vida. En esos momentos veamos con fe al Señor. Los tiempos de prueba son oportunidades para que veamos la poderosa mano de Dios obrando a nuestro favor.