¡Cuánto nos cuesta, en ciertas circunstancias, creer que Dios puede! ¡Cuánto batallamos con nuestros razonamientos o los de otros cuando de creer a Dios se trata! ¡Cuánto se tambalea nuestra fe cuando pedimos y esperamos y seguimos esperando y nuestra petición no es contestada! Hay infinidad de razones por lo cual eso sucede, pero, de algo estoy completamente seguro, y es que, "Nada hay imposible para Dios" y "Para el que cree, TODO es posible."
No dudes por razón de las experiencias de otros, ni permitas que el afán y la ansiedad te conduzcan al laberinto de la incredulidad. Recuerda: "Sin FE es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan." Hebreos 11:6
Orar es ... Hablar con Dios, y ... para hablar con Dios es necesario que creas que Él es y que está para galardonar a los que le buscan. En otras palabras ... Tienes que tener Fe en el Dios de amor. "Sin fe es imposible agradar a Dios ..." (Hebreos 11:6)
Nuestra Fe es probada cuando hablamos con Dios, porque, estamos dirigiéndonos a alguien a quien nuestros ojos físicos no ven. Locura ... para el incrédulo, pero, para el creyente, es una necesidad y un deleite. Tú no ves al viento con tus ojos, pero sabes que existe porque lo sientes, ¿verdad? Lo mismo es con Dios, no lo vemos, pero, porque creemos en Él, lo sentimos. "Fe es ... la convicción de lo que no se ve." (Hebreos 11:1)
Solo podemos establecer esa relación de amistad con Dios a través de Jesucristo, quien tomó nuestro lugar en la cruz para que pudiéramos tener paz con Dios.("Nadie viene al Padre ... sino por mí." Juan 14:6) Por eso, oramos al Padre en el nombre de Jesús. Y como no sabemos pedir como conviene, necesitamos la asistencia del Espíritu Santo, quien nos ayuda en nuestra debilidad intercediendo por nosotros conforme a la voluntad de Dios. (Romanos 6:26-27)
La oración del justo es el gozo de Dios, por lo que Él espera que le alabemos, lo adoremos, le demos gracias por las bendiciones que cada día derrama sobre nuestras vidas y ... también espera que le pidamos. Se agrada cuando le confiamos todos nuestros asuntos y creemos de todo corazón que Él puede suplir todas nuestras necesidades ... espirituales, físicas y materiales.
Cuando oramos afirmamos nuestra fe, confirmamos lo que somos en Cristo, reconocemos nuestra debilidad, dependencia y necesidad de Él y fortalecemos los lazos de amistad con nuestro amado Salvador. Los resultados de ese encuentro: una paz que sobrepasa todo entendimiento y una gratitud inmensa hacia nuestro Padre celestial por su gran e inefable amor.
¿Deseas hacer tu primera oración?
"Señor Jesús, yo te recibo hoy como mi único salvador personal; creo que eres Dios, que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día. Me arrepiento, soy pecador, perdóname Señor. Gracias doy al Padre por enviar al Hijo a morir en mi lugar, gracias Jesús por salvar mi alma hoy, en Cristo Jesús mi salvador, AMEN"
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